El enrutamiento es el proceso de enviar datos de un dispositivo a otro en una red. El enrutamiento se logra mediante el uso de dispositivos de enrutamiento, como routers, switches y firewalls, que determinan la mejor ruta para enviar los datos a través de la red.
El enrutamiento se puede clasificar en dos categorías: enrutamiento estático y enrutamiento dinámico.
Enrutamiento Dinámico.
El enrutamiento dinámico es un método de enrutamiento automatizado en el que los routers y otros dispositivos de red intercambian información de enrutamiento para determinar la ruta óptima para enviar paquetes de datos a través de la red.
En lugar de configurar manualmente las rutas de los paquetes de datos, el enrutamiento dinámico utiliza protocolos de enrutamiento para compartir información de topología de red y calcular la mejor ruta para enviar los paquetes.
Los protocolos de enrutamiento dinámico más comunes son el Protocolo de Información de Enrutamiento de Gateway Interior (IGRP), el Protocolo de Información de Enrutamiento de Gateway Interior Mejorado (EIGRP), el Protocolo de Enrutamiento de Gateway Interior de Open Shortest Path First (OSPF) y el Protocolo de Enrutamiento de Gateway Exterior de Border Gateway Protocol (BGP).
El enrutamiento dinámico tiene varias ventajas sobre el enrutamiento estático. En primer lugar, es más escalable, lo que significa que es más fácil administrar una red grande y en constante cambio. En segundo lugar, el enrutamiento dinámico es más resistente a los fallos, ya que los routers pueden adaptarse automáticamente a los cambios en la topología de la red.
Sin embargo, el enrutamiento dinámico también tiene algunas desventajas, como la mayor complejidad de configuración y la mayor carga de tráfico en la red debido a la necesidad de intercambiar información de enrutamiento.
En general, el enrutamiento dinámico es una forma eficiente y escalable de administrar grandes redes y proporciona una mayor resiliencia a los fallos de red.